domingo, 22 de julio de 2018

Crecimiento económico continuo

   Independientemente de las distintas teorías económicas y de las tendencias intervencionistas o no (mayor o menor influencia estatal en la economía del país), la economía actual está basada en el crecimiento económico continuo.

   Pero ¿en qué consiste el crecimiento continuo?. Es la expansión permanente de la economía global, con cada vez más personas atendidas, más dinero cambiando de manos, y mayores cantidades de energía y bienes materiales fluyendo a través de ellas. Y esto es lo que alimenta la economía y la hace funcionar, en teoría, en beneficio de todos.

   Normalmente el crecimiento se mide por el aumento del PIB anual (conjunto de bienes y servicios producidos en un país durante un año). Pero para que el aumento del PIB fuese un indicador económico de aumento de bienestar social efectivo, supondría:
- La proporcionalidad de distribución de riqueza entre todos los países para promover la estabilidad social y equilibrio mundial en nuestra economía globalizada.
- El reparto equitativo de bienes y servicios entre las distintas capas sociales, con aumento de la clase media y desaparición de la pobreza.
Es decir, ya vamos mal.

   No es la economía la que genera el crecimiento, sino que el crecimiento hace que la economía funcione. Cuando se detiene el crecimiento, se detiene la economía, y esto es lo que conocemos por crisis económica o depresión económica en situaciones más graves.

   El crecimiento continuo, tal como se conoce actualmente, tiene efectos negativos: promueve el agotamiento de los recursos no renovables (minerales, petróleo, bosques no recuperables...), hace que la economía esté más expuesta a perturbaciones financieras (burbuja inmobiliaria, paquetes de bonos basura, exceso de operaciones financieras de alto riesgo...), fomenta el impacto ambiental descontrolado y la desigualdad en el reparto de riqueza.

   El crecimiento económico continuo no es posible. Los vaivenes de la economía, con sus crisis y depresiones, muestran que los modelos económicos utilizados no son sostenibles, es decir, no permiten satisfacer las necesidades de las generaciones presentes, comprometen a las futuras, e impiden un desarrollo social universal.